TENDENCIAS

La hora de los "kidults" incluye hasta un pelotero para adultos

Cuando decidió llevar a cabo su idea, Daniel Germano no pensó en esa palabrita nueva que está agitando el mercado. Jamás había oído siquiera hablar de los famosos "kidults", ese creciente grupo de adultos que consumen con fanatismo productos y servicios dirigidos —a priori— para los chicos. "A mí siempre me gustó jugar. Cuando los grandes nos animamos a disfrutar de nuestra parte lúdica nos divertimos muchísimo", asegura Daniel, y sabe de lo que habla. Hace un año y medio abrió la puertas del primer pelotero para adultos, sobre la calle J.B. Alberdi al 900, en Primera Junta.

A los caños, así se llama, no sólo tiene cientos de metros cuadrados preparados para soportar piruetas de saltarines de muchos kilos sino, también, animadores para que los "grandes" se atrevan a soltarse y se entreguen al juego como cuando eran infantes. "A veces los chicos no pueden creer lo que ven. Los miran como si estuvieran locos. Los adultos al principio arrugan, pero una vez que desafían los pudores no los para nadie, la pasan bomba", se ríe Daniel, ya acostumbrado a festejar cumpleaños de 40 y despedidas de solteros donde los mayores se descomponen de risa jugando a la búsqueda del tesoro en el pelotero.

"La idea salió de la gente misma. Los padres traían a los chicos a los cumpleaños y uno los veía con ganas de meterse a saltar y jugar. Y yo les decía 'metete', pero no se animaban. Entonces empezamos a armar encuentros de juego a la noche y la gente se enganchó. No damos abasto, pero cuidamos mucho que no se desvirtúe la onda familiar, porque lo lindo es que se integren grandes y chicos. A los padres también les gusta jugar con sus hijos".

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Fiebre de pelotero por la noche

Después de las 22, los adultos tienen donde jugar como chicos

Lunes 30 de enero de 2006 | Publicado en edición impresa

Con boina estilo pizza, Sebastián Ramírez lideró el grupo de invitados a su cumpleaños número... 30 Foto: Carlos Faig

Antes de entrar, el coordinador dio instrucciones: sacarse los zapatos, el reloj y otros objetos de valor, no entrar con el celular ni con las llaves. "Es que –previno– ni sus maridos ni sus mujeres les van a creer si dicen: "Mi amor, perdí las llaves jugando en... un pelotero". Pero es así: en Buenos Aires hay cantidad de gente mayor que juega en peloteros.

Como en la fiesta sorpresa por los 30 años de Sebastián Ramírez, por ejemplo. Sus amigos organizaron el festejo en el pelotero A los Caños, en el barrio de Caballito. Engañado, el homenajeado fue en busca de su novia: "Encontrémonos en el pelotero, que tengo que ir a buscar a mi sobrina", fue el argumento de la mentira.

El hombre llegó y, claro, no había ninguna fiesta para chicos. Pero sí para él.

Entre globos multicolores, música de circo, papas fritas, gaseosa y cerveza, el ánimo festivo invadió a los invitados, desde 8 años hasta 71 (su abuelo).

Antes que nada, un juego integrador "para soltarlos", indicó el coordinador. Había que jugar con globos al ritmo de la música, extrayéndoles distintos ruidos. Después, escribir sus nombres en ellos y tirarlos por el aire. Algunos se resistieron, pero sus compañeros los delataron: "¡Mirá, decile algo, él no quiere jugar!"

Casi una evolución natural

"El niño interior es más fuerte", aseguró Daniel Germano. Es el dueño de A los Caños y habla con la autoridad que le da ser uno de los primeros en ofrecer a los adultos la posibilidad de jugar en un pelotero. "La idea se fue dando naturalmente. Los padres de los chicos que festejaban acá sus cumpleaños preguntaban si se podían meter", se ríe.

Cualquier día, a las 22, puede llegar el momento de jugar a lo grande, como un chico. Se abren las puertas del laberinto gigante y, metros adentro, espera –como promesa invalorable– el contacto con un mar de pelotas de plástico.

Sin zapatos como hay que entrar, lo mejor será llevar ropa cómoda y medias –es muy doloroso caminar descalzo entre las pelotas o sobre la red.

"Como en mi infancia no había peloteros, pensaba que nunca iba a vivir esta experiencia", dice, agitadísimo, Ramírez, bajo un sombrero de paño lenci con forma de pizza. Igual que los chicos que esa misma tarde habían jugado en el cumpleaños de Ramiro, que festejó los 5 años.

Es que, según su familia, Ramírez todavía es un chico: "Es el nieto más divertido de una familia muy divertida, todos lo llaman para jugar", contó su abuela, de 61 años, feliz en el pelotero.

Amigos, tíos, sobrinos, compañeros de trabajo... para todos, todo era alegría y frenesí. Saltaron en el colchón inflable, se perdieron en los túneles de colores, arrojaron pelotas y se rieron con carcajadas contagiosas. Los menos prevenidos lucharon con la corbata.

"Todo esto es muy raro", se asombró un hombre de 26 años. "¡Me encanta! Aunque estoy todo transpirado y no vine preparado. ¡Me encanta!", gritó otro, nacido en 1974.

Cuando se cumplió la hora en que la fiesta debía terminar, nadie los esperó en la puerta. Ellos se fueron por las suyas, caminando solos, a medianoche.

KIDULTS: GENERACION SIN EDAD

Tendencia de marketing, regresión freudiana, globalización: estos son los términos clave de un fenómeno que hoy se conoce como ‘kidults’. Por María Pilar González

Hablando con Daniel Germano –dueño del pelotero A los caños y pionero en el rubro- no se comprende en primera instancia el por qué del éxito de la idea. Pareciera ser el resultado porteño de un entrepreneur que puso a rendir un poco más su negocio. Sin embargo este hombre puso en su proyecto una buena dosis de observación: "La idea se fue dando naturalmente. Los padres de los chicos que festejaban acá sus cumpleaños preguntaban si se podían meter"- confiesa como disculpándose. El pelotero, originalmente para niños, organiza por estos días numerosos cumpleaños y despedidas exclusivamente para adultos. Decenas de treinteañeros –algunas veces acompañados por sus hijos- nadaron ya entre las multicolores pelotas buscando el tesoro que el animador promete como “espectacular.” La tendencia apuntaría –si de marketing hablamos- a una a una especie de regresión que encarna en comportamientos de consumo propios de la adolescencia, reinvindicando la niñez. ¿Otra manifestación de la juventud eterna?

Allí es entonces donde aparece el gran negocio: kidult -contracción del inglés kid (chico) y adult (adulto)- es el nombre que el mercado le puso a esta reacción en cadena que desata fiebres por lo retro. Las zapatillas, la ropa vintage, el culto a las viejas series norteamericanas de tv –con el canal Retro como punta de lanza del fenómeno- parece ser un movimiento a nivel global. Una cultura transgeneracional que consume productos para chicos y grandes, que comparten el gusto por la play station con sus hijos y siempre está al tanto de los últimos gadgets para la pc o el ipod. Un verdadero Peterpandemonium –como se lo denomina en la jerga marketinera- que ha inspirado películas como Shrek o Toy Story, con gags para grandes y chicos.

UNA TENDENCIA QUE CRECE
Generación "kidult": los grandes que eligen jugar como si fueran chicos

Desde peloteros y pistas de Scalextric, aumenta la oferta de entretenimiento para que los adultos se diviertan como chicos.

por Paula Conde

Papá se escapa. Concentrado y serio, dice que tiene que ir a entrenar para el campeonato. Es miércoles a la noche y el campeonato del que habla es de Scalextric. ¡Semejante grandulón jugando a los autitos! Mamá no se queda atrás. Dice que tiene un cumpleaños y que se va al pelotero "con las chicas". ¡Otra grandulona! Son juegos de chicos, pero para adultos. Es como un retorno a la infancia. Un volver a ser niños. Peloteros para grandes, campeonatos de Scalextric, de Playstation o de Paintball. Es la generación "kidult" (de la combinación en inglés, kid: niño; adult: adulto): se trata de mayores de 30 años que hacen cosas de chicos. "La idea surge en forma espontánea. Los padres venían a buscar a los chicos y decían que cuando eran jóvenes no existían los peloteros", cuenta Daniel Germano, dueño de "A los caños", sobre Juan B. Alberdi al 900. Para grandes y chicos, el lugar celebra desde despedidas de solteros, estudiantes que se reciben, encuentros de fin de año, "¡hasta un cumple de 90!".

De todo

Además de la estructura "un laberinto gigante", hay peloteros, trepadores, tubos para subir y bajar, toboganes, colchón inflable, canchas de fútbol: "Hay actividades dentro del pelotero como una búsqueda del tesoro", señala Germano.

GALERIA DE FOTOS:
http://picasaweb.google.com/aloscanios/Eventos#

FOROS

http://www.egelforum.net/forum/actualidad-26/54393-hora-de-kidults-incluye-hasta-pelotero-adultos.html

http://proyectov.org/venus2/index.php?option=com_content&task=view&id=10009

http://salidasoriginales.blogspot.com/

http://www.bsasinsomnio.com.ar/postx4308-0-70.html

http://www.alkon.com.ar/foro/discusiones-generales.3/227214-propuesta-de-fiesta-pelotero-10.html

http://tresjolie.com.ar/index.php?topic=7206.0

http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080215080542AAjGE7C